16. Y respondieron, etc. No solo aceptan, sino que admiten libremente y detallan explícitamente la obediencia que deben. Nuestras obligaciones se cumplen debidamente solo cuando las cumplimos alegremente, y no con tristeza, como lo expresa Pablo. (2 Corintios 9:7.) Si se objeta que hay poca modestia en su jactancia de haber sido obedientes a Moisés, a quien a menudo habían contradicho, respondo que aunque no siempre siguieron convirtiéndose en ardor, todavía estaban tan dispuestos a obedecer, que su moderación no solo era tolerable, sino que merecía la mayor alabanza, cuando se considera cuán orgullosamente se rebelaron sus padres y cuán perversamente se esforzaron por sacudirse un yugo divinamente impuesto sobre ellos. Porque las personas que hablan aquí no eran esos espíritus rebeldes de los que Dios se queja (Salmo 95:8) de que fue provocado por ellos, sino personas que, sometidas a los ejemplos del castigo, habían aprendido en silencio a someterse. (28)

De hecho, no es tanto para anunciar sus propias virtudes como para exaltar la autoridad de Josué, cuando declaran que lo considerarán de la misma manera en que consideraron a Moisés. La base de su confianza se expresa al mismo tiempo en su deseo u oración, para que Dios pueda estar presente para ayudar a su siervo Joshua como él ayudó a su siervo Moisés. Intiman que estarán listos para la guerra bajo los auspicios de su nuevo líder, porque están persuadidos de que está armado con el poder y esperan que salga victorioso con la ayuda de Dios, como habían aprendido por experiencia cuán maravillosamente Dios los ayudó de la mano de Moisés. Podemos inferir, además, que realmente sintieron esta confianza, tanto porque recuerdan sus experiencias del favor de Dios para animarse a sí mismos, como porque consideran a Joshua como el sucesor de Moisés con respecto a los resultados prósperos.

El epíteto tu Dios (29) no carece de peso, ya que evidentemente apunta a un curso continuo de favor divino. La forma de expresión también es intermedia entre la confianza de la fe y la oración. (30) Por consiguiente, mientras insinúan que aprecian la buena esperanza en sus mentes, al mismo tiempo recurren a la oración, bajo la convicción de lo arduo de la obra. Inmediatamente después, cuando por su propia cuenta lo exhortan a la constancia, demuestran que están listos para seguirlo e imitarlo en su confianza. Aquí, debe observarse que, aunque Joshua fue un modelo de coraje y lo animó a todos, tanto por hechos como por preceptos, a su vez fue estimulado a seguir, para que su propia rapidez pudiera ser más efectiva en despertar la de la gente.

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