8. Muéstranos al Padre. Parece ser muy absurdo que los apóstoles ofrezcan tantas objeciones al Señor; porque ¿por qué habló sino para informarles sobre ese punto sobre el cual Philip hace la pregunta? Sin embargo, no hay una de sus fallas que se describe aquí que no se pueda cargar tanto en nosotros como en ellos. Profesamos ser sinceros en la búsqueda de Dios; y cuando se presenta ante nuestros ojos, estamos ciegos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad