12. Mujer, has sido liberada En este milagro, así como en otros, Cristo exhibió una prueba tanto de su poder como de su gracia; porque de esta manera testificó que había venido con el propósito de otorgar alivio a los miserables. Su poder se expresa en estas palabras, Mujer, eres liberada; porque él autoritariamente declara que la liberación estaba a su disposición, y emplea, al mismo tiempo, el signo externo, cuyo uso hemos explicado en una ocasión anterior.

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