31. Vendrán y declararán. El salmista aquí confirma lo que he dicho previamente, que dado que los padres transmitirán el conocimiento de este beneficio a sus hijos, como de una mano a otra, el nombre de Dios siempre será reconocido. De esto también podemos deducir la verdad adicional, que es solo por la predicación de la gracia de Dios que la Iglesia no puede perecer. Al mismo tiempo, déjenos observar, que el cuidado y la diligencia en la propagación de la verdad divina se nos imponen aquí, para que pueda continuar después de que nos saquemos de este mundo. Como el Espíritu Santo prescribe como un deber que incumbe a todos los fieles ser diligentes en instruir a sus hijos, para que siempre haya una generación tras otra para servir a Dios, la lentitud de aquellos que no tienen escrúpulos de conciencia al enterrar el recuerdo de Dios en silencio eterno, un pecado con el cual los que están virtualmente acusados ​​y que descuidan hablar de él a sus hijos, y que por lo tanto no hacen nada para evitar que su nombre perezca por completo, es condenado por involucrar a la mayor depravación. El término justicia, en este lugar, se refiere a la fidelidad que Dios observa al preservar a su pueblo, del cual tenemos un ejemplo memorable en la liberación de David. Al defender a su siervo de la violencia y la indignación de los malvados, demostró ser justo. Por lo tanto, podemos aprender cuán querido es nuestro bienestar para Dios, ya que él lo combina con la celebración de la alabanza de su propia justicia. Si entonces la justicia de Dios se manifiesta ilustremente en esto, que no nos decepciona de nuestra esperanza, ni nos abandona en los peligros, sino que nos defiende y nos mantiene en perfecta seguridad, no hay más razones para temer que nos abandonará. el tiempo de nuestra necesidad, que hay razones para temer que pueda olvidarse de sí mismo. Sin embargo, debemos recordar que no se trata de un socorro particular otorgado a un individuo, sino de la redención de la raza humana, que la celebración de la alabanza de Dios se requiere de nosotros en este pasaje. En resumen, el Espíritu Santo, por boca de David, nos recomienda la publicación de la resurrección de Cristo. Al final de este salmo, algunos comentaristas resuelven la partícula כי, ki, porque, en el pronombre אשר, asher, que, como si se hubiera dicho, La justicia que Lo ha hecho. Pero la oración será más completa si leemos, porque, y explicamos el pasaje de esta manera: Vendrán, y declararán su justicia, porque Dios habrá dado prueba, o demostración, de su justicia - habrá proporcionado evidencia por el efecto, o el hecho mismo, que él es el fiel guardián de su propio pueblo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad