8. Jehová ordenará su bondad amorosa de día El verbo aquí utilizado es del tiempo futuro; pero no niego que, según el idioma hebreo, podría ser traducido en tiempo pasado, como algunos piensan que David aquí enumera los beneficios que anteriormente había recibido de Dios, en contraste con el fin de agregar mayor fuerza a la queja que él hace de su presente condición triste y miserable; como si hubiera dicho: ¿Cómo es posible que Dios, que antes manifestaba tanta bondad hacia mí y que había cambiado de parecer, ahora me trata con gran severidad? Pero como no hay razón suficiente para cambiar el tiempo del verbo, y como la otra interpretación parece estar más de acuerdo con el alcance del texto, adhiéramos a él. De hecho, no niego positivamente que, para fortalecer su fe, David recuerde los beneficios que ya había experimentado de parte de Dios; pero creo que aquí se promete liberarse en el futuro, aunque aún esté oculto para él. Por lo tanto, no deseo plantear ninguna discusión con respecto al verbo, ya sea que deba tomarse en el futuro o en tiempo pasado, siempre que se reconozca plenamente que el argumento de David es a este efecto: ¿Por qué no debería esperar? que Dios será misericordioso conmigo, de modo que durante el día su bondad amorosa se manifieste hacia mí, y de noche sobre mi cama una canción de alegría esté conmigo. Él, sin duda, coloca este terreno de consuelo en oposición al dolor que bien podría aprehender de las terribles señales del desagrado divino, que ha enumerado en el verso anterior. La oración de la que habla al final del versículo no debe entenderse como la oración de un hombre afligido o triste; pero comprende una expresión del deleite que se experimenta cuando Dios, al manifestarnos su favor, nos da libre acceso a su presencia. Y, por lo tanto, también lo llama el Dios de su vida, porque del conocimiento de esto surge la alegría del corazón.

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