7. Por el viento del este (194) rompes en pedazos las naves de los comentaristas de Tarshish están divididos en su punto de vista de este pasaje. (195) Pero descansemos contentos con el sentido natural, que es simplemente esto, de que los enemigos de la Iglesia fueron derrocados y sumidos en la destrucción, tal como Dios Al levantar repentinamente tormentas, los barcos de Cilicia se hunden en el fondo del mar. El salmista celebra el poder que Dios está acostumbrado a mostrar en grandes y violentas tormentas; y su lenguaje implica que no debe preguntarse si Dios, que rompe con la violencia de los vientos las naves más fuertes, también había derrocado a sus enemigos, que estaban inflados con la presuntuosa confianza que depositaron en sus propias fuerzas. Por el mar de Tarsis, los hebreos se refieren al mar Mediterráneo, debido al país de Cilicia, que en la antigüedad se llamaba Tarsis, como nos informa Josefo, aunque en el tiempo este nombre se restringió a una ciudad del país. Pero como la parte principal del tráfico naval de los judíos estaba con Cilicia, aquí se le atribuye a ese país por la sinécdoque lo que era común a otros países que estaban a una mayor distancia y menos conocidos.

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