6. Volverán por la tarde. Compara a sus enemigos con perros hambrientos y furiosos que el hambre impulsa a correr con un sinfín de circuitos en todas las direcciones, y bajo esta figura acusa su insaciable ferocidad, que se muestra en la incesante actividad a la que fueron instigados por el deseo de la travesura. Él dice que regresan por la noche, a la intimidad, no que descansaron en otros momentos, sino que fueron infatigables en seguir sus cursos malvados. Si no venían a toda velocidad durante el día, sin embargo, la noche los encontraría en su trabajo. Los ladridos de los perros expresaron acertadamente como una figura la naturaleza formidable de sus asaltos.

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