1 ¡Oh Jehová! Dios de las venganzas Sabemos que los judíos estaban rodeados de muchos vecinos que no estaban muy afectados por ellos y, por lo tanto, estaban constantemente sujetos a los ataques y la opresión de enemigos acérrimos. Como esta persecución en el intestino fue aún más aflictiva que la violencia desenfrenada y desenfrenada de los malvados, no debemos sorprendernos de que el salmista le suplique sinceramente a Dios por su liberación. Las expresiones que usa, pidiendo a Dios que brille visiblemente, y se eleve a sí mismo, en un lenguaje común, para que Dios dé alguna manifestación real de su carácter como juez o vengador; porque en ese caso se lo ve ascendiendo a su tribunal para imponer el castigo debido al pecado y demostrar su poder para preservar el orden y el gobierno en el mundo. La fraseología se usa solo en referencia a nosotros mismos, dispuestos a sentir como si nos pasara por alto, a menos que extendiera su mano para ayudarnos de alguna manera visible y abierta. Al llamarlo dos veces sucesivamente el Dios de las venganzas, y luego, juez de la tierra, el salmista usa estos títulos según corresponda a la situación actual en la que se encontraba, recordándole de una manera del oficio que le pertenecía y diciendo: ¡Oh Señor! ¡Es tuya vengarse de los pecadores y juzgar la tierra, ver cómo se aprovechan de la impunidad que se extiende a su culpa y triunfar audazmente en su maldad! No es que Dios deba ser amonestado por su deber, ya que nunca se resigna a la indiferencia, e incluso cuando parece retrasar sus juicios, solo los ajusta de acuerdo con lo que sabe que es la mejor temporada; pero su gente lo concibe de esta manera para sí mismo, y aprovecha la ocasión para envalentonarse y estimular su vehemencia en la oración. (14) Lo mismo puede decirse de la repetición que usa el salmista. Cuando los malvados se entregan a excesos desenfrenados, debemos recordar que Dios nunca puede dejar de afirmar su carácter de juez de la tierra que se venga de la iniquidad. ¿Parece él, en nuestra aprensión carnal, haberse retirado y ocultarse en algún momento? aguantemos sin dudarlo la oración que aquí nos enseña el Espíritu Santo, para que brille

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