1 Reyes 14:14-15

14 Pero el SEÑOR levantará para sí un rey en Israel, el cual eliminará la casa de Jeroboam en este día y ahora mismo.

15 Y el SEÑOR golpeará a Israel, como cuando la caña se agita en las aguas. Arrancará a Israel de esta buena tierra que dio a sus padres, y los esparcirá hacia el otro lado del Río, porque han hecho sus árboles rituales de Asera y han provocado a ira al SEÑOR.

1 Rey. 14: 14, 15. Es la manera de Dios en las Escrituras, cuando amenaza a los impíos por sus pecados, pasar de aquellos juicios que pronto serán infligidos, y que son los más inmediatos, y que son la ocasión de que Dios envíe un mensajero a amenazarlos, a unos grandes juicios remotos, de los cuales tal vez los juicios más inmediatamente amenazados sean imágenes o precursores. Así, cuando Dios envió por primera vez a Moisés a Faraón, lo envió con la amenaza de la última y mayor plaga; y las otras plagas anteriores son todas omitidas.

( Éxodo 4:22 ; Éxodo 4:23 ). Así en Éxodo 9:15 , Dios vuelve a amenazar con la última plaga y la propia destrucción del Faraón, que se cumplió en el Mar Rojo; aunque hubo plaga de granizo, y langostas y tinieblas después, antes de la plaga de pestilencia.

Así que aquí, cuando la esposa de Jeroboam viene al profeta para preguntarle si su hijo vivirá, el profeta pasa de la amenaza de su muerte y el juicio repentino que se infligirá sobre su familia, al cautiverio de las diez tribus, aunque era ser mucho después de la muerte de Jeroboam. Así también es la manera de los profetas, cuando son enviados en ocasiones particulares para prometer alguna misericordia al pueblo de Dios, para insistir en alguna misericordia mayor que es remota, y que ha de ser concedida al pueblo de Dios en las generaciones venideras.

Así, cuando Isaías fue enviado a Acaz, cuando Rezín, rey de Siria, y Peka, hijo de Remalías, se unieron contra él, para consolarlo predicándole la derrota de sus enemigos y la liberación de Judá, él viene a Acaz con Sear-jasub. , su hijo, que significa "el remanente volverá", para presagiar el regreso del cautiverio a Babilonia, como en Isaías 7. Y es muy frecuente con los profetas, al vaticinar las misericordias menores que Dios ha de otorgar a su pueblo, pasar e insistir en la mayor de todas las misericordias, la venida de Cristo.

Lo mismo hizo Isaías, cuando llegó a Acaz en la ocasión antes mencionada. ( Isaías 7:14 ). De modo que los profetas, cuando predicen el regreso del cautiverio babilónico, a menudo insisten en la redención de Cristo, de la cual ésta es un tipo. Así los profetas Hageo y Zacarías, cuando son enviados a animar al pueblo a construir el Templo, con promesas de misericordia en él, insisten principalmente en la prosperidad que Dios dará a la Iglesia en los tiempos del evangelio.

1 Rey. 16:34

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