Este verso y los dos precedentes forman la primera de cuatro estrofas, en las que el canto se divide naturalmente. La primera estrofa expresa simplemente la alegría del cantor. El segundo ( Lucas 1:49-50 ) establece su causa. El tercero ( Lucas 1:51-53 ) describe en los aoristos gnómicos el orden moral del mundo, para cuyo establecimiento Dios obra siempre en su santa y sabia Providencia, trastornando el orden convencional, dispersando a los soberbios, trastornando tronos y exaltando ellos de bajo grado, llenando a los hambrientos, y despidiendo a los ricos vacíos.

Es esta tercera parte del himno la que a primera vista parece menos acorde con la ocasión. Y, sin embargo, desde un punto de vista amplio, esta estrofa describe exactamente la tendencia constante de la influencia de Cristo en el mundo: cambiar las cosas, invertir los juicios y cambiar las posiciones. La última estrofa ( Lucas 1:54-55 ) presenta el nacimiento a punto de ocurrir como un acto de gracia divina para Israel.

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Antiguo Testamento