El deber de un ministro de ser fuerte

Después de hablarle a Timoteo de las dos actitudes contrastantes de los hermanos hacia el mensajero de Dios, Pablo lo instó a ser fuerte como Onesíforo. Recuerde, Dios le da al cristiano un espíritu de poder y no de temor (1:7). Nuestro poder se encuentra en el favor inmerecido de Dios que se encuentra en nuestro Señor ( 2 Timoteo 2:1 ; comparar Juan 15:4-5 ).

Una parte de ser fuerte sería la mayor difusión del evangelio. Timoteo había oído la verdad proclamada por Pablo. Los testigos de este hecho podrían ser aquellos que escucharon la verdad al mismo tiempo que Timoteo, o podrían ser otras fuentes que proclamaran la misma verdad, como en 3:15. En cualquier caso, Pablo instruyó al joven predicador que pusiera la confianza del evangelio en manos de hombres que serían leales a la verdad y, a su vez, pasarían la confianza a otros ( 2 Timoteo 2:2 ).

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