17 Para un hombre como Félix, la acusación de que Pablo pertenecía a la secta de los nazarenos tendría poco que incriminarlo. Y Pablo, con maravillosa sabiduría, responde a todo lo que se pueda decir contra la secta señalando su misión en Jerusalén. Vino trayendo una gran suma de dinero para los pobres, aportada por esta misma secta despreciada. Cualesquiera que fueran sus diferencias en la doctrina, tenían tanto derecho a creer como los judíos.

Visto desde el punto de vista práctico de un gobernador, su acto de caridad merecía elogios. Pablo vino a Jerusalén con un regalo para su nación. Se involucró en los ritos religiosos de su religión. Los judíos de Asia, que iniciaron el motín contra él, deberían estar presentes para decir lo que había hecho. Su ausencia era prueba de que no había hecho nada.

20 Habiéndose defendido así de todo menos de la acusación teológica en su contra, Pablo la descarta mostrando que la diferencia doctrinal fundamental era la misma que mantenía a los fariseos y saduceos en continua lucha entre sí. Si era un delito diferir, deberían ser acusados ​​y una de las partes castigada. Cuando hubieran arreglado sus diferencias sería para enjuiciar a la secta de los nazarenos.

22 La "justicia" de Roma, como toda justicia humana, se basaba en la conveniencia, más que en la equidad. Félix hubiera dejado en libertad a Pablo, solo que él sabía que desagradaría a los judíos. Inventa una excusa para aplazar las cosas, porque evidentemente no pensó en consultar al capitán Lysias, quien, según su propia confesión, no pudo sacar nada del caso. Un punto parece haber impresionado a Félix. Pablo había venido a Jerusalén con mucho dinero.

¿Se podría persuadir a él o a sus amigos para que se deshicieran de algo? Esto parece haber controlado su curso hasta que fue relevado de su lugar. Por esta razón, no sólo deja que Paul tenga mucha libertad, sino que desea poder comunicarse con sus amigos. Por eso le da audiencia e insinúa que, dada la ocasión , lo llamaría. No es que lo escucharía cuando tuviera una "temporada conveniente", sino que haría que cualquier temporada fuera conveniente si se le daba el estímulo adecuado. Estaba tras un soborno. Sin embargo, el Señor usó este motivo mercenario para proteger a Pablo de los judíos y llevarlo ante los reyes y traerlo a Roma.

24 El gran coraje moral del apóstol se manifiesta en su relación con Félix y su esposa Drusila, a quienes el rey había apartado de su propio marido con la ayuda de un mago. Hablar con un hombre tan notorio, que mató al sumo sacerdote por atreverse a protestar con él acerca de sus actos ilícitos, mientras era su prisionero y estaba completamente a su merced, acerca de la justicia, el dominio propio y el juicio futuro, para que el gobernador fuera asustado, era anticipar los poderes del reino venidero, donde reinará la justicia.

1 Festo parece haber sido un hombre justo, aunque trató de favorecer a los judíos, como lo haría naturalmente alguien en su posición. Los judíos habían descubierto que no podían hacer nada con Félix en el caso de Pablo, y parece que abandonaron el asunto. Pero la ascensión del nuevo procurador les dio otra oportunidad de hacerlo ejecutar y no tardan en aprovecharla. Festo es más respetable que Félix.

Su nombre significa "festivo", y en consonancia con él prefiere lo placentero a lo correcto. Sumariamente se deshizo del hecho de Cristo y Su resurrección como un capricho religioso porque era esencialmente mundano. El mundo celebra fiesta mientras los santos sufren.

7 De la respuesta de Pablo podemos imaginar que los cargos en su contra eran muy parecidos a los que se habían presentado antes. Pero no presentaron pruebas y el gobernador parece haber sido convencido de su inocencia. Debería haber liberado a Paul, pero tal proceder habría desacreditado a su administración desde sus inicios. En consecuencia, propone un curso de acción que los judíos aprobarían, pero deja abierta la posibilidad de que Pablo lo rechace o lo acepte. Propone llevar el caso de vuelta a Jerusalén. Pero Pablo ha terminado con Jerusalén y la nación judía. Dios ha dejado claro que su próximo testimonio es en Roma.

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