3. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí, el tabernáculo de Dios está con los hombres, y él morará con ellos, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos, y será su Dios.

Hasta este punto, Dios tenía su propio tabernáculo en el tercer cielo, pero ahora dice que el tabernáculo de Dios está con los hombres. Toda la humanidad en la nueva creación será habitada por el Espíritu Santo de Dios y Su ciudad será visible en Su creación.

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