Entonces lo tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, y dijo. Marcial dice del cisne moribundo "Dulces cadencias el cisne con voz que falla en la muerte

Pronuncia; su propio canto fúnebre formado por su propio aliento agonizante".

Y así, las últimas palabras de los sabios son las más dulces, y sus poderes maduran con los años. Nuevamente Cicerón nos dice en la primera Disputa Tusculana: "No sin razón se dedican los cisnes a Apolo, ya que parecen tener de él un don de profecía, en virtud del cual, previendo el bien que hay en la muerte, mueren de alegría". y en el acto de cantar". Y Simeón aquí prevé, de este modo, el gozo que por medio de Cristo le ha de venir después de su muerte, que debe tener lugar pronto.

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Antiguo Testamento