En la montaña de la altura de Israel - El pasaje paralelo Ezequiel 20:4 apunta a la montaña en la que se encontraba el templo. Pero no es aquí el verdadero Monte Moriah sino el reino del que esa montaña era el representante, el asiento del trono del Hijo ungido de Dios (Salmo 2:6; compárese Salmo 40:2).

Todas las aves de cada ala - (o, de todo tipo) son las que acuden de todas las tierras a este reino. Compare Mateo 13:32.

El profeta destaca prominentemente la futura exaltación del rey; y de ese modo nos proporciona esperanza, aliento y consuelo, en los momentos en que vemos a la Iglesia de Cristo en una depresión.

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