La fecha muestra un intervalo de 112 años desde la toma de Jerusalén Jeremias 52:12. La noticia general de que la ciudad fue tomada debe haberles llegado, pero solo cuando llegó el mensajero se abrió la boca del profeta. No es improbable que un cuerpo de hombres después de la destrucción de la ciudad se uniera a sus hermanos en Caldea; si es así, esto explicaría el lapso de tiempo y proporcionaría una razón por la cual Ezequiel a su llegada debería comenzar una nueva serie de profecías.

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