Al príncipe se le proporcionó una túnica con sus propias posesiones, para evitar exacciones de sus súbditos; Se añaden nuevas promulgaciones para evitar la enajenación de la tierra del príncipe. Cualquier obsequio hecho a sus sirvientes debe revertirse al príncipe en el "año de libertad" o jubileo (vea la nota de referencia marginal).

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