Las antiguas profecías se referían a la ciudad de Jerusalén y a los habitantes de Judea. El presente está dirigido a toda la tierra y al pueblo de Israel, que se incluirá en un juicio similar. El fundamento del juicio es "idolatría", y todo descansa en Deuteronomio 12. La profecía está en contra de las "montañas" de Israel, porque las montañas y los valles eran los asientos de la idolatría. También es la proclamación del juicio final de Israel. Es la imagen del juicio futuro del mundo.

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