El sentido parece requerir, "Quien encuentra una buena esposa", como en algunos manuscritos de Chaldee; pero el escritor proverbio puede estar mirando el matrimonio en su aspecto ideal, y ve en cada una de esas uniones las manos de Dios uniendo al hombre y a la mujer para su bien mutuo. La Septuaginta agrega: "El que arroja a una buena esposa, desecha lo que es bueno: pero el que guarda a una adúltera es necio e impío".

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