El tema de este proverbio es el mismo que el de Proverbios 25:11, su aparición sugiere la idea de que los anillos utilizados como adornos para las orejas, la nariz o la frente, y otras baratijas formaban parte de las obras de arte habladas en la nota anterior, y que el rey tenía algo a la vez puntiagudo y sabio que decir de cada uno de ellos.

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