Tú eres mi Dios, y te alabaré - Este es el lenguaje del autor del salmo: su profesión solemne ante el santuario y el altar; Su respuesta al sacerdocio. En Salmo 118:27, habían declarado que "Jehová solo era Dios"; a esto ahora responde, que lo reconoce; él lo reconoce como el Dios verdadero y como su Dios; él viene a alabarlo; y él profesa su propósito de exaltarlo siempre como su Dios.

Tú eres mi Dios, te exaltaré - Repitiendo la solemne declaración de que solo Jehová era el Dios a quien adoraba, y que su propósito siempre fue magnificar su nombre.

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