El autor de este salmo es desconocido; ni tampoco se puede determinar con certeza la ocasión en que fue compuesta. En las versiones Septuaginta, Árabe y Siríaca, se atribuye, como el salmo anterior, a los profetas Hageo y Zacarías. El siríaco tiene este título: "Un salmo de Hageo y Zacarías, cuando instaron a que se completara el templo de Jerusalén". Es bastante manifiesto, de Salmo 147:2, Salmo 147:13, que el salmo fue escrito después del regreso del cautiverio babilónico, y que probablemente al finalizar el templo después de ese regreso, con el fin de ser empleado en su dedicación. Consulte la Introducción a Salmo 146:1.

Este salmo comprende dos temas: alabanza a Dios por su bondad con sus criaturas en general; y un elogio especial por su bondad con su pueblo. Estos temas están entremezclados en el salmo, pero el primero es más prominente en la primera parte del salmo; El último en el cierre. Ambos fueron temas propios en la reconstrucción del templo y las murallas de la ciudad, después del regreso del exilio. Ambos son correctos ahora, y lo serán siempre.

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