No los ocultaremos de sus hijos - De sus descendientes, por remotos que sean. Nosotros, de esta generación, seremos fieles al transmitir estas verdades a los tiempos futuros. Estamos entre las generaciones pasadas y las generaciones venideras. Los que nos han precedido nos confían verdades grandes e importantes; verdades para ser preservadas y transmitidas en su pureza a edades futuras. Esa confianza comprometida con nosotros la descargaremos fielmente. Estas verdades no sufrirán al pasar de nosotros a ellas. No se quedarán en su progreso; No serán corrompidos ni perjudicados. Este es el deber de cada generación sucesiva en el mundo, recibiendo, como una confianza, de generaciones pasadas, el resultado de sus pensamientos, su experiencia, su sabiduría, sus inventos, sus artes, sus ciencias y los registros de sus acciones, para transmitir esto sin impedimentos a edades futuras, combinado con todo lo que ellos mismos puedan inventar o descubrir, lo que puede ser útil o ventajoso para las generaciones siguientes

Mostrando a la generación venidera las alabanzas del Señor - Las "razones" por las que debe ser alabado, como resultado de sus acciones pasadas, y los meneos en los que debería estar hecho. Mantendremos el ritmo y transmitiremos a los tiempos futuros las instituciones puras de la religión.

Y su fuerza - Los registros de su poder.

Y sus maravillosas obras que ha realizado - En la historia de su pueblo, y en sus muchas y variadas interposiciones en su favor.

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