Los que odian al Señor - Los enemigos del Señor, a menudo representados como aquellos que lo odian, el odio está siempre de hecho o en forma relacionado con la falta de voluntad para someterse a Dios. Es odio a su ley; odio a su gobierno; odio a sus planes; odio a su personaje. Ver Romanos 1:3; Juan 7:7, Juan 15:18, Juan 15:23. Compare Éxodo 20:5.

Debería haberse sometido a él - Margen, rindió obediencia retenida. Hebreo, mentido. Vea la frase explicada en las notas en Salmo 18:44. El significado es que habrían sido tan moderados como para reconocer su autoridad o supremacía, mientras que, al mismo tiempo, está implícito que esto habría sido forzado y no cordial. Ningún poder externo, aunque pueda conquistar tanto como para hacer que las personas sean obedientes al exterior, puede afectar la voluntad o someterla. Solo la gracia de Dios puede hacer eso, y es el triunfo especial de la gracia que puede hacerlo.

Pero su tiempo - El tiempo de su pueblo. Habrían seguido siendo una nación feliz y floreciente.

Debería haber aguantado para siempre - Perpetuamente - siempre y cuando siguieran siendo obedientes. Si una nación fuera obediente a la voluntad de Dios; si obedecía totalmente sus leyes; si se apoya por ley no hay forma de pecado; si no protegía la iniquidad; Si fuera templado, justo, virtuoso, honesto, no hay razón por la cual sus instituciones no deberían ser perpetuas, o por qué alguna vez deberían ser derrocadas. El pecado es, en todos los casos, la causa de la ruina de las naciones, como lo es de los individuos.

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