No guardes silencio, oh Dios - Consulta las notas en Salmo 28:1. La oración aquí es que en la emergencia existente, Dios no parecería indiferente a las necesidades y peligros de su pueblo, y a los propósitos de sus enemigos, sino que hablaría con voz de mando y rompería sus designios.

No retengas tu paz - Es decir, habla. Dale coma. Dispersarlos por tu propia autoridad.

Y no te quedes quieto, oh Dios - Despierta; despertar; No seas indiferente a las necesidades y peligros de tu pueblo. Todo esto es el lenguaje de la petición; no de mando Su rapidez, su repetición, su tono denotan que el peligro era inminente y que la necesidad de la interposición divina era urgente.

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