a fin de predicar el evangelio aun más allá de vosotros, y no gloriaros en la provincia de otro en cuanto a las cosas que están a nuestra mano. [Aunque Dios nos dio un obispado tan vasto, de hecho llenamos tanto como para llegar a ti. No éramos mucho más pequeños que este obispado que Dios nos dio, que tuviéramos que esforzarnos para cubrirlo. Para aparentar cubrir nuestro territorio no necesitábamos tomar posesión del trabajo de otros hombres y reclamar los frutos de su ministerio, como si ellos trabajaran como nuestros agentes.

Si hubiéramos hecho esto, ciertamente nos estaríamos gloriando más allá de nuestra medida. Pero hasta aquí (es decir, hasta vosotros) hemos cubierto la provincia que se nos ha asignado y tenemos la esperanza de que a medida que crece vuestra fe, y os volvéis sujetos a Cristo al estar sujetos a sus verdaderos ministros, nosotros mismos creceremos y seremos magnificado para que alcancemos más cerca de la magnitud de nuestra gran provincia. En la actualidad, vuestra vacilación e infidelidad confinan nuestros trabajos a vosotros.

Habiéndoos tomado como fortaleza para Cristo, no podemos dejaros asaltados por Satanás y medio rendidos a él. Cuando esté nuevamente establecido en la fe, espero ir a Italia y a España, y trabajar en aquellas partes de mi provincia que se encuentran mucho más allá de usted. No es parte de mi plan o intención tomar posesión del trabajo de algún otro hombre y gloriarme en él, como lo han hecho ustedes falsos líderes al venir a Corinto y tomar posesión de la iglesia que dejé allí lista para su mano.]

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