Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son conforme al Espíritu, las cosas del Espíritu. [Porque los que viven vidas carnales se entregan a los deseos lujuriosos y malvados de la carne; pero los que viven conforme al Espíritu ponen su mente en las cosas celestiales del presente y del futuro que son reveladas al hombre por el Espíritu. Los que se esfuerzan a diario por llevar la última vida pueden esperar que Dios les perdone su falta y su fracaso temporal.]

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