Marco 7:2-10

2 Ellos vieron que algunos discípulos de él estaban comiendo pan con las manos impuras; es decir, sin lavar.

3 Pues los fariseos y todos los judíos, si no se lavan las manos hasta la muñeca, no comen porque se aferran a la tradición de los ancianos.

4 Cuando vuelven del mercado, si no se lavan, no comen. Y hay muchas otras cosas que aceptaron para guardar, como los lavamientos de las copas, de los jarros y de los utensilios de bronce y de los divanes.

5 Le preguntaron los fariseos y los escribas: — ¿Por qué no andan tus discípulos de acuerdo con la tradición de los ancianos sino que comen pan con las manos impuras?

6 Y les respondió diciendo: — Bien profetizó Isaías acerca de ustedes, hipócritas, como está escrito: Este pueblo me honra de labios, pero su corazón está lejos de mí.

7 Y en vano me rinden culto, enseñando como doctrina los mandamientos de hombres.

8 Porque dejando los mandamientos de Dios, se aferran a la tradición de los hombres.

9 Les decía también: — ¡Bien desechan el mandamiento de Dios para establecer su tradición!

10 Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y: El que maldiga a su padre o a su madre muera irremisiblemente.

(cf. Lucas 7:2-10 )— ¿Hay algún error en los relatos sobre Jesús y el centurión?

PROBLEMA: Mateo parece presentar al centurión como aquel que busca la ayuda de Jesús ( Mateo 8:5 ); pero, Lucas parece decir que el centurión envió ancianos a ver a Jesús ( Lucas 7:3 ). También, Mateo parece decir que el mismo centurión viene a hablar con Jesús. Sin embargo, en Lucas, la Biblia dice que solo los representantes del centurión vieron a Jesús.

SOLUCIÓN: Tanto Mateo como Lucas tienen razón. En el siglo I, se entendía que cuando se enviaba un representante a hablar por su amo, era como si el amo hablara por sí mismo. Incluso en nuestros días esto sigue siendo así. Cuando el Secretario de Estado se reúne con personas de otros países, sale en nombre del presidente de los Estados Unidos. O sea, lo que dice, lo dice el presidente.

Por lo tanto, Mateo afirma que un centurión vino a rogar a Jesús por su esclavo enfermo, cuando en realidad el centurión envió a otros en su nombre. Entonces, cuando Mateo declara que el centurión estaba hablando, esto era cierto, aunque estaba (como indica Lucas) hablando a través de su representante oficial.

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