oído estas cosas ; las cosas que había dicho en prueba de la verdad de lo que había dicho, y en justificación de haber hecho más milagros en Cafarnaúm que en Nazaret. Los profetas más eminentes del Antiguo Testamento, por la dirección de Dios, se habían ido no sólo de su propio pueblo, sino también de su país, y obraron milagros entre los paganos. Justamente podría hacer lo mismo en las demostraciones de su gracia.

Así demostró que reclamaba y ejercía el derecho de otorgar sus favores inmerecidos a las personas y lugares que mejor le pareciera; que no tenían derecho justo a sus maravillosas obras; y que su salvación estaba destinada tanto a los gentiles como a los judíos.

Lleno de ira ; muy enojado por su enseñanza de tales doctrinas. Cuando Dios concede más de sus favores inmerecidos a unos que a otros, muchos se sienten tentados a quejarse. Pero deben considerar, que para todo lo que hace, tiene las mejores y más sabias razones. La sabiduría, el deber y el interés, por lo tanto, requieren que aceptemos y digamos: "Sí, Padre, porque así te pareció bien". Es una evidencia de gran depravación, cuando los hombres se quejan de que se otorgan bendiciones a otros que ellos mismos rechazan.

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