Adelantar la obra de la casa del Señor . Cuidar que toda la obra del templo, acerca de los sacrificios, se realice puntualmente, ya sea por ellos mismos o por otros; lo cual no debían hacer todos a la vez, sino por cursos, mil a la vez. Seis mil eran oficiales y jueces. No en los asuntos del templo, allí presidían los sacerdotes, sino en varias partes del reino, donde ayudaban a los príncipes y ancianos de cada tribu, en la administración de justicia.

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