Reunió a todo su ejército para la guerra contra Israel: su plan era ampliar la conquista que había hecho su padre; pero el diseño de Dios era castigar a Israel por su apostasía e idolatría. Había treinta y dos reyes con él. Pequeños reyes, como los que estaban en Canaán en la época de Josué, que en verdad no eran más que gobernadores de ciudades o pequeños territorios: éstos eran sujetos o tributarios de Ben-adad, o eran contratados por él. Se levantó y sitió a Samaria. En realidad, no la sitió; porque su ejército fue derrotado antes de que él pudiera hacerlo. Pero el sentido es que subió para sitiarlo.

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