El rey llamó a todos los ancianos cuyo consejo y aprobación ahora desea en su angustia. Vea cómo este hombre busca la maldad. Aunque pretendió la paz en estos términos propuestos, es evidente, por esas demandas adicionales, que no pretende nada menos que nuestra ruina total. No negué que concediera sus demandas en el sentido antes mencionado. En esto, Acab mostró algunas chispas de virtud que permanecían en él; en que mientras Ben-adad deseaba sólo lo que tenía a su disposición, es decir, todos sus bienes privados, cumplía con sus demandas; pero cuando se trataba de todo el pueblo y del bien público, no haría nada sin su consentimiento.

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