Los varones de David le dijeron , etc. Siendo la cueva muy grande, y David y sus hombres al final de ella, podrían ver a Saúl a la luz de la entrada, sin que él los viera, y podrían susurrar juntos lo que sigue sin ser escuchados. El Señor te dijo: He aquí, yo libraré, &C. No leemos en ninguna parte que Dios haya dicho estas mismas palabras, o que haya hecho la promesa de entregar a Saúl en las manos de David. Pero ellos pusieron esta construcción en lo que Samuel había dicho acerca de quitarle el reino a Saúl y dárselo a David, y en las promesas que Dios le había hecho de liberarlo de todos sus enemigos y llevarlo a través de todas las dificultades al trono. Estas promesas, concibieron, lo ponían bajo la obligación de aprovechar todas las oportunidades que Dios puso en sus manos para su cumplimiento. Añádase a esto, que, teniendo el deseo de regresar a sus propias habitaciones, y también de tener preferencia bajo David, deseaban que él aprovechara esta ocasión que ahora se presentaba de destruir a su enemigo y avanzar él mismo. Entonces David se levantó y cortó en secreto la falda del manto de Saúl.Lo que podría hacer fácilmente, mientras dormía.

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