Su corazón murió. Se desmayó por el miedo y el horror de un daño tan grande, aunque ya había pasado. Como uno, que, teniendo en la noche al galope sobre un tablón estrecho, puesto sobre un puente roto sobre un río profundo, cuando en la mañana llegó a revisarlo, cayó muerto con el horror del peligro que había estado en. La El Señor golpeó a Nabal Dios le infligió algún otro golpe o aumentó su dolor y temor a tal altura que lo mató.

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