Naamán estaba a la puerta de la casa de Eliseo esperando que Eliseo viniera a él. Y Eliseo envió un mensajero , etc. Lo cual hizo en parte para intentar ejercitar la fe y la obediencia de Naamán; en parte por el honor de su religión y ministerio, para que pareciera que no buscaba su propia gloria y provecho, sino sólo el honor de Dios y el bien de los hombres; y en parte por la manifestación del omnipotente poder de Dios, que podría curar una enfermedad tan desesperada por medios tan pequeños.

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