Absalón y todo el pueblo llegaron a Jerusalén. Probablemente mucho tiempo antes de que David llegara a las orillas del Jordán, adonde se dirigía. Cuando David salió de Jerusalén, fue convencido de que Absalón se apresuraría a tomar posesión de la capital y, si era posible, sorprendería a su padre en ella. Y tal como él juzgó, así parece que sucedió.

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