Reunidos aquí, los hombres de Judá David cumplió su promesa a Amasa, lo cual fue un gran estímulo para que otros en la tribu de Judá se adhirieran a él. Y por este medio también los israelitas sediciosos podrían ser llevados a la razón más pronto, cuando vieran a su viejo general en el campo en contra de ellos. Se demoró más del tiempo establecido. Encontrando alguna dificultad en el negocio, ya sea porque la gente, cansada por la guerra tardía, no estaba dispuesta a participar en otra; o porque los soldados le tenían más cariño a Joab que a su nuevo general.

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