Un amonita o un moabita. Los judíos aceptarán que las mujeres de estas dos naciones no estaban involucradas en esta ley. Y que aunque una mujer israelita no se case con un amonita o moabita, un hombre de Israel podría casarse con una de sus mujeres, después de que ella profesara la religión judía. Para siempre Esto parece denotar la perpetuidad de esta ley, que debe ser observada inviolablemente en todas las edades sucesivas.

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