Hará que la peste se te pegue. A veces, la Divina Providencia te azotará con una calamidad, ya veces con otra, y cortará a tu pueblo en gran número. Tu cielo será de bronce seco, y cerrado para que no dé lluvia ni rocío. Hierro de la tierra Muy duro por la sequía, y estéril. La lluvia de tu tierra polvo y polvo Tan inútil para tu suelo o semilla como si fuera polvo. O más bien, debido a las largas sequías, el polvo que levantan los vientos caerá en forma de aguaceros en lugar de lluvia.

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