Tan cerca por gloriosos milagros, por las promesas de su presencia especial, por las operaciones de su gracia, y particularmente por su disposición a escuchar nuestras oraciones y a darnos los socorros que le pedimos. Tan justo Por lo que da a entender que la verdadera grandeza de una nación no consiste en la pompa y el poder, o la amplitud del imperio, como comúnmente piensan los hombres, sino en la justicia de sus leyes.

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