Da una parte a siete partes de tu patrimonio o provisiones. Alude a la antigua costumbre, según la cual el maestro de la fiesta distribuía varias partes a cada invitado y, a la vez, enviaba porciones a los pobres. Y también a ocho para tantos como puedas. Porque no sabes lo que será el mal , etc. Pueden venir grandes calamidades, por las cuales usted puede ser llevado a la pobreza y así incapacitado para hacer el bien.

Además, es posible que en el futuro necesites la caridad de los demás, lo cual tendrás buenas razones para esperar, mediante la poderosa providencia de Dios, que dispone los corazones de los hombres a compadecerse y ayudarte, si has sido bondadoso y misericordioso con los demás; mientras que, por el contrario, no pueden esperar misericordia de Dios o de los hombres, que no han tenido misericordia de los demás.

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