Te aconsejo que guardes el mandamiento del rey, todos sus mandamientos que no sean contrarios a la voluntad de Dios, a quien hay que obedecer más que a cualquier hombre, más que a un rey. En cuanto al juramento de Dios A causa del juramento que has hecho de guardar todas las leyes de Dios, de las cuales esta de obediencia a los superiores es una. No te apresures a perderte de su vista en hebreo, a alejarte de su rostro o presencia , es decir, con aversión o descontento a apartarte del servicio del rey, o de obedecerle; no te pongas en maldad si lo ofendiste. , persiste en no hacerlo, pero reconoce humildemente tu ofensa y pide su perdón; porque hace lo que le agrada Su poder es incontrolable.

Donde está la palabra de un rey, hay poder. Todo lo que él ordena, no quiere poder ni instrumentos para ejecutar, y por lo tanto puede castigarte fácilmente como le plazca. ¿Y quién le dirá en hebreo, quién dirá? ¿Quién presumirá o se atreverá a decirlo? No afirma que sea ilegal decirlo; porque Samuel habló de esa manera a Saúl, y Natán a David, y varios otros profetas a los reyes de Judá e Israel; pero solo que es difícil y peligroso.

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