Sin embargo, esto no me sirve de nada , no me da ningún contenido. Tal tormento le trajo su envidia y malicia. Mientras vea a Mardoqueo sentado a la puerta del rey disfrutando de ese honor y privilegio sin molestias, y negándome la adoración que me corresponde por orden del rey. Así, aunque los hombres orgullosos tienen mucho en mente, si no lo tienen todo, no es nada. La milésima parte de lo que tenía Amán le daría a un hombre modesto y humilde tanta felicidad como espera recibir de cualquier cosa bajo el sol. Y Amán se queja tan apasionadamente como si estuviera en lo más profundo de la pobreza.

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