Y Moisés llamó a Bezaleel Incluso aquellos para quienes Dios ha calificado, e inclinados al servicio del tabernáculo, deben esperar un llamado a él, ya sea extraordinario, como el de los predicadores y apóstoles, u ordinario, como el de los pastores y maestros. Y mirad quiénes eran los que llamó Moisés; aquellos en cuyo corazón Dios había puesto sabiduría para este propósito, más allá de su capacidad natural, y cuyo corazón lo impulsó a venir a la obra con seriedad. Aquellos que han de ser llamados a la construcción del tabernáculo del evangelio, a quienes Dios por su gracia ha hecho en cierta medida aptos para la obra y libres para ella: capacidad y voluntad, con resolución, son las dos cosas que deben considerarse en el llamado de ministros.

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