Cuando entraron a los paganos, profanaron mi santo nombre primero, con sus malas prácticas provocaron un escándalo en el nombre de Dios, y dieron ocasión a los paganos de decir: Mirad qué desdichados libertinos son estos, que se llaman a sí mismos el pueblo peculiar de Jehová; juzgar qué clase de Dios es el que tiene tales adoradores. Los judíos no daban crédito a su profesión dondequiera que fueran; pero, por el contrario, un reproche para ella, y el nombre de Dios y su santa religión fue blasfemado a través de ellos, Romanos 2:24. Observa, lector, cuando aquellos que pretenden estar relacionados con Dios, como sus siervos e hijos, y estar en alianza y comunión con él, se encuentran sin embargo corruptos en su moral, esclavos de sus apetitos y pasiones, deshonestos en sus tratos, y falsos a sus palabras, y la confianza depositada en ellos, los enemigos del Señor tienen por ello gran causa que les ha dado para blasfemar tanto a él como a su religión. 2d, el nombre de Dios fue profanado por los sufrimientos de Israel; porque de ellos los enemigos de Dios aprovecharon la ocasión para reprochar a Dios, por ser incapaz de proteger a sus propios adoradores y de hacer valer sus propias concesiones.

Dijeron con desprecio: Este es el pueblo del Señor; esta gente malvada! ves que no pudo mantenerlos en su obediencia a sus preceptos; esta gente miserable! no podía mantenerlos en el disfrute de sus favores. Este es el pueblo que salió de la tierra de Jehová; ¡Son la escoria misma de las naciones!

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