Labán estaba dispuesto a consentir este trato, porque pensaba, que si esos pocos que tenía que ahora estaban manchados y manchados se separaban del resto, el cuerpo del rebaño, que Jacob debía cuidar, siendo de un solo color, o todos negro o todo blanco, produciría pocos o ninguno de colores mezclados, por lo que debería tener el servicio de Jacob por nada, o casi nada.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad