Faraón se quitó el anillo que era a la vez un símbolo de la más alta dignidad y un instrumento del mayor poder; y lo puso en la mano de José, dándole así autoridad para hacer y firmar los decretos que él creyera que encajaban en el nombre del rey. Lo hizo montar en el segundo carro para que se le reconociera por estar al lado del rey en dignidad y poder.

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