Y los postes de la puerta se movieron junto con la puerta misma. Tales movimientos violentos eran comúnmente muestras de la ira de Dios. Y aquí, al parecer, esta conmoción cerebral del templo tenía la intención de significar el disgusto de Dios contra su pueblo por sus pecados, y ser una señal de su destrucción, por parte de los babilonios primero, y luego de los romanos; y la casa se llenó de humo que en otros lugares es una señal de la presencia y aceptación de Dios, pero aquí, de su ira; y puede ser considerado igualmente como un emblema de la oscuridad y ceguera de esa generación de judíos, acostumbrados a adorar en ese templo, como también de esa futura generación del mismo pueblo, que debiera adorar allí en los días del Mesías, antes de su segunda destrucción por los romanos.

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