Conduce a los consejeros arruinados. Los sabios consejeros o estadistas, por quienes se ordenan los asuntos de reyes y reinos, se lleva cautivos en triunfo, siendo despojado de la sabiduría que tenían o parecían tener; o de ese poder y dignidad que habían disfrutado. Y enloquece a los jueces al descubrir su necedad, y enamorarse de sus mentes, y hacer que sus propios consejos los arruinen.

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