Los rectos se asombrarán de esto. Los hombres sabios y buenos, cuando me vean y consideren mis calamidades, no estén tan dispuestos a censurarme y condenarme como tú, sino que se quedarán de pie y se maravillarán de la profundidad y el misterio del juicios, que caen con tanta fuerza sobre hombres inocentes, mientras que los peores de los hombres prosperan. Y , o, mejor dicho, pero , o aún, el inocente se levantará contra el hipócritaA pesar de todos estos sufrimientos de los hombres buenos y del asombro que causan, estará muy lejos de unir sus opiniones, consejos e intereses con aquellos hombres profanos que desde allí aprovechan la ocasión para censurar a los afligidos, y desertar, condenar y reproche la profesión y práctica de la piedad, que él se opondrá con más celo a aquellos hipócritas que hacen de estas extrañas providencias de Dios una objeción a la religión, y preferirán la piedad afligida a la iniquidad próspera.

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